La gente escondía a los perseguidos en los hornos
En el pueblo de mi abuelo, Biescas que se encuentra cerca de lo Pirineos, no había panaderías y la gente hacía el pan en los hornos que tenían en las casas.
Cuando un bando perseguía a alguien para fusilarlo, la gente escondía a los perseguidos en los hornos y los militares les buscaban en el bosque y no les encontraban.
Ignacio Ruiz de Pascual
Aquí cuento a mi nieta Sara En el pueblo donde entonces yo vivía no hubo guerra