Una aportación desde las hebras de paz de vida

Postguerra

El hambre

La tienda de mi bisabuelo

Pasada la guerra el padre mi abuela materna montó una tienda en su pueblo natal, Peal de Becerro en la provincia de Jaén. Mi bisabuelo era nacional. Un día entraron en la tienda dos Rojos, estos habían sido testigos y habían participado en el asesinato de su padre y su hermano, aún mi abuelo siendo consciente de quienes eran les dejo entrar.

Entonces ellos dijeron:

  • Manuel, ¿nos podría dar un poco de comida y de pan, estamos muertos de hambre?
  • Mi bisabuelo sin dudarlo ni un momento, les dijo que si que ya se lo devolverían.

Ellos no pudieron devolvérselo nunca y cuando éstos murieron mi bisabuelo no le pidió cuantas a nadie de su familia.

 Los ladrones de habas.

El padre de mi abuelo por parte paterna, tenía unas tierras en la cuales plantaban habas, trigo… una de las plantaciones de habas se encontraba justo delante del cortijo donde vivían mi abuelo y mi bisabuelo. Una noche mi bisabuelo oyó ruidos en las proximidades, temeroso de que hubiera ladrones o simplemente de la oportunidad de conseguir algo de comida en caso de ser un animal, empuño la escopeta y se dirigió fuera. Tras andar un rato se encontró con 7 ladrones que llevaban un saco de habas cargado cada uno, le habían destrozado el sembrado.

Los ladrones eran rojos y mi bisabuelo nacional.

Después de pillarlos entraron todos en el cortijo junto con mi bisabuelo, seguidamente mi bisabuelo se dio cuenta del mal estado sanitario y de la falta de alimento que tenían aquellos muchachos. Cualquier persona habría llamado a la guardia civil o los habría llevado al cuartel, pero mi bisabuelo a diferencia de estos comportamientos lo que hizo fue dejarles huir con los sacos de habas.
Alejandro Torres 4ºC-ESO

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